Workshop sobre revistas chilenas de ciencias sociales y humanidades reunió a editores internacionales
En el auditorio de nuestra Facultad se realizó el Workshop “Estrategias y buenas prácticas editoriales. ¿Cómo podemos lograr la internacionalización y mejorar el impacto de las revistas chilenas en las áreas de ciencias sociales y humanidades?”, encuentro que reunió a importantes invitados internacionales que expusieron sobre como iniciar, mantener y publicar una revista científica, además del proceso de postulación y admisión de artículos, las áreas en que se desarrollan y el contexto en que se desenvuelven.
La actividad, organizada por los tres editores de las revistas académicas de nuestra Facultad, comenzó con unas palabras del decano,Patricio Bernedo, quien felicitó a los convocadores y a las diversidad de entidades presente.
“Las revistas son un esfuerzo institucional muy importante, la más antigua tiene 57 años y lo bonito, en el caso nuestro, es que las tres revistas de los tres Institutos han ido aumentando de calidad…. los editores, que es un cargo que va rotando, también han demostrado un creciente profesionalismo”, indicó el Decano.
Uno de los organizadores del evento, el profesor Rafael Sánchez, editor de la revista de Geografía, “Norte Grande”, señaló que “este es un proyecto que financia Conicyt desde su programa de formación científica, que busca ayudar a las revistas que ya son importantes, a dar un paso más allá, especialmente en internacionalización”
“Lo que busca el proyecto son dos cosas: obtener recursos para generar una plataforma electrónica para visibilizar las revistas y para la gestión interna, y mejorar la internacionalización de estas, por lo que buscamos aprender cómo otras revistas superiores a nosotros en el ranking lograron mejorar en sus propias plataformas. Los objetivos del proyecto eran dos: visibilizar e internacionalizar”, indicó el profesor.
En cuanto a la adaptación de las revistas al contexto actual,Rafael Sánchezargumentó que “la plataforma electrónica o el espacio virtual es fundamental. Tienes que cambiar una cultura, que pase del papel a lo electrónico, y hoy todavía le damos más valor a lo que esta escrito en papel, que lo que está escrito en lo electrónico (..) El medio digital acelera el proceso y lo facilita porque te permite contactar con los autores”.
El Workshop comenzó con la exposición de la Directora Programa de Información Científica, SciElo- Chile, Patricia Muñoz quien habló de los orígenes del organismo, los cambios que ha tenido, su objetivo, los artículos y los desafíos que tienen que enfrentar los editores y sus revistas
El Fondo de Publicación de Revistas Científicas comenzó en 1988, gracias al Programa de Información Científica de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT), con la misión de incentivar la publicación científica.
En 1998 llega SciElo a Latinoamérica, y cambia a un financiamiento solo a revistas electrónicas. SciElo es una biblioteca electrónica que contiene una colección de revistas científicas chilenas en todas las áreas del conocimiento.
En el 2010 se traspasa todo el financiamiento a revistas electrónicas, si bien las publicaciones nacionales podían tener ejemplares en papel, pero no estaba financiado ese rol con fondos públicos.En tanto, “en el 2016 se incentivó a ser una institucionalización del proyecto, es decir un grupo de revistas de una institución “x” se hacía responsable de un proyecto, con trabajo en conjunto, de realización de softwares, tareas editoriales, congreso etc, y así abarcar una mayor cantidad de revistas”, informó Patricia Muñoz.
SciElo-Chile cuenta con 101 revistas científicas chilenas, que pasan por criterios procesos de evaluación estrictos: “pasa por evaluadores, expertos, panel de evaluación y el consejo asesor, porque queremos mantener la calidad de la colección”, señaló Patricia.
Uno de los desafíos que enfrenta la biblioteca electrónica es mantenerse, ya que “todo el mundo hace revistas (…) hay otras miradas de las revistas nacionales, que aportan el 24% de la producción científica nacional, por lo tanto, si las revistas nacionales bajan en visibilidad, nuestra producción científica también baja”, concluyó.
En la reunión también expuso Soledad González, parte del equipo comercial en América Latina de Clarivate Analytics, encargados de contextualizar indicadores bibliométricos del panorama de las revistas chilenas, lo que permite cuantificar el rendimiento de un investigador, una colección de revistas, de una revista científica o de un área temática de una universidad.
Soledad indicó que la Pontificia Universidad Católica de Chile, junto a la Universidad de Chile lideran el output en Ciencias Sociales y Humanidades, en cuanto a las instituciones nacionales.
En la actividad, además participó el Dr.Cristóbal Torres, presidente de del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), España. Quien habló de los objetivos del organismo, su origen, los cambios que ha sobrellevado y sus metas.
CIS nació como el Instituto de Opinión Pública en 1963, y ya en 1977 se convirtió en el Centro de Investigaciones Sociológicas. Actualmente es un organismo autónomo, desde 1990, adscrito al Ministerio de la Presidencia. Tiene la finalidad de contribuir al conocimiento científico de la sociedad española. Su departamento de investigaciones realiza, entre otras labores, encuestas mensuales, barómetros de opinión, indicadores de confianza y análisis de los procesos electorales.
José Manuel Robles, editor de la Revista Española de Investigaciones sociológicas (REIS), fue otro expositor del Workshop, y precisó cómo funciona la revista y sus criterios de publicación, que tiene su versión online y en papel. Publican cuatro números al año con siete u ocho artículos, tres o cuatro reseñas de libros y, en algunos casos, con una o dos notas de investigación, situación que fluctúa según el material disponible.
Desde México nos visitó el Dr.Francisco Escamilla, editor de la Revista Estudios de Historia Novohispana de México, publicación editada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El Dr. Escamilla afirmó que la revista, que se publica desde 1966, tiene cerca del 80% de la publicación científica que se produce en el país. “Aunque su título alude a México, sus intereses se extienden a toda América Latina, publica también artículos de la historia de otras partes de este continente de la época colonial”, precisó.
La revista se publica dos veces al año con cuatro o cinco artículos de investigación, contiene una sección documentaria, donde se aparecen documentos históricos presentados por el investigador (junto a la transcripción) y una sección de reseñas bibliográficas, que varía entre cuatro o seis.
Francisco Escamilla, explicó que “las instituciones públicas deben trabajar para la visibilización y crear las plataformas eficaces para una difusión de los productos de la investigación (…) Necesitamos estrategias que, desde el punto de vista de una universidad pública y con los objetivos que tiene esta, contribuya a una mejor producción de conocimiento científico”.
“Es necesario compartir las experiencias que tenemos los editores para decidir cuáles son los mejores caminos y estrategias para la presentación del conocimiento y para que sea más fácil acceder y recuperar los resultados de la investigación”, finalizó Escamilla.
La última presentación estuvo a cargo de laDra. Ann Varley, parte del comité editorial del Bulletin of Latin American Research de Inglaterra, revista de estudios regionales interdisciplinario y multidisciplinario.
El boletín, creado en 1981, consta de seis editores con diferentes disciplinas, tiene de seis a ocho artículos por número, recibidos en inglés, español y portugués (los últimos dos no superan el 5%), y se publica, desde el 2018, cinco veces al año.
La segunda revista dedicada a los estudios latinoamericanos en Gran Bretaña, abarca temas de historia, política, economía, geografía, sociología y estudios culturales. Además, le otorga un espacio a los estudiantes de postgrado para que publiquen sus primeros artículos.
Lo que busca la revista son: investigaciones originales, datos empíricos, marco teórico, contribución a debates amplios y contextualización del caso de estudio. “Los artículos que más impacto tienen o más interés generan, no necesariamente son los que cumplen estos criterios. Los que tienen mayor impacto son las reseñas, los estados del arte, donde no hay ninguna contribución original del autor”, indicó Ann.
