María Eliana Henríquez Reyes
A los 87 años, en Temuco, Región de La Araucanía, la tierra que tanto amó, fallece la doctora María Eliana Henríquez Reyes. Sureña, siempre se preocupó de las relaciones interculturales en su tierra. Más de una vez disertó sobre ello en distintas instancias y dando su visión de la realidad tal como ella la apreciaba, pero siempre basada en argumentos sólidos. Era una persona de hechos, no de consignas, en ningún ámbito de su vida.
Como dice el profesor Luis Carvacho: “Hay tanto que decir de ella, y todo bueno, que es difícil encontrar el inicio de la hebra de su vida que permita mostrarla en su plenitud. En la universidad, fue, ante todo, profesora en el Instituto de Geografía, y, a diferencia de sus colegas de los primeros tiempos de la unidad, no había derivado desde la pedagogía en Historia y Geografía, sino que fue la primera geógrafa titulada en nuestra universidad, pero la capacidad docente la llevaba ya desde siempre, y siempre se notó. Todos quienes fueron sus alumnos en los cursos que impartió, desde la cartografía temática hasta los cursos relacionados con el mundo rural y su geografía pueden, y podrán dar testimonio en todo momento de su espíritu docente y de su enorme empatía con sus educandos.”
Su vida académica transcurrió en el Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde fue la primera titulada de la carrera. Posteriormente, en la segunda mitad de los años setenta viajó a Alemania donde se doctoró con una tesis sobre Geografía Rural, área que, posteriormente, estableció y desarrolló a su regreso en Geografía UC.
La profesora Henríquez fue secretaria académica y subdirectora del Instituto de Geografía UC por varios años y sus colegas la recuerdan por su orden. el rigor y compromiso en la formación de generaciones de geógrafos que hoy día destacan en diferentes ámbitos tanto académicos como profesionales. En gran medida, los progresos del Instituto en su momento fueron, en gran medida, producto de su propia disciplina y ética del trabajo. fue también socia fundadora de la Sociedad Chilena de Ciencias Geográficas (Sochigeo), integrando el directorio en distintas funciones.
Junto a otros profesores del Instituto llevó a cabo numerosas investigaciones y proyectos de gran relevancia, como fue el Catastro insular de Chile, encomendado por la CORFO a Geografía UC, a comienzos de los años ochenta. Fue una de las autoras del Manual de Geografía de Chile, obra de referencia obligada para geógrafos y pedagogos, donde desarrolló el eje de Geografía Rural. Dejó la Universidad Católica en 1997 para trasladarse a Temuco donde se hizo cargo de un proyecto sobre agua rural, demostrando un gran compromiso también por la comunidad rural local.
Será siempre recordada, siempre admirada, y siempre querida.